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Creemos que el valor de los envases va más allá de su impacto en el planeta

Los envases desempeñan un papel fundamental en la creación de sistemas alimentarios sostenibles, seguros e higiénicos en todo el mundo. Creemos que el valor de los envases va más allá de su impacto en el planeta. Al igual que con el resto de innovaciones, existen desafíos con los que lidiar.

La creciente escasez de agua impulsa la necesidad de mejorar su conservación

El agua, un recurso limitado y a la par que crítico tanto para ecosistemas naturales como para la supervivencia humana, cada vez es más escasa. Cada vez utilizamos más este elemento natural, que abarca desde el consumo personal hasta las aplicaciones agrícolas e industriales, lo que ha provocado que la demanda mundial de agua aumente al doble del ritmo de crecimiento de la población en los últimos 100 años.[i] Si bien el cambio climático es un importante impulsor de la escasez geográfica de agua en todo el planeta, la población en expansión y el rápido desarrollo económico tienen un impacto más inmediato en los niveles actuales de agua a nivel mundial.

Según el Centro Común de Investigación de la UE, unos dos tercios de la población mundial (la mitad de la cual vive en India y China) sufren una grave escasez de agua durante al menos un mes al año. En Europa, más de 120 millones de ciudadanos no tienen acceso a agua potable y 500 millones de personas en todo el mundo se enfrentan cada año a periodos de escasez críticos. En un estudio de 71 ciudades de más de 750.000 habitantes, se estima que el 35 % de ellos son vulnerables a la escasez de agua en la actualidad.[ii]

Superar los prejuicios sobre los envases de un solo uso

Abordar retos medioambientales significativos como el cambio climático y la escasez de agua es de suma importancia. Creemos que es necesario entablar diálogos basados en hechos sobre los tipos de actividades que contribuyen a los impactos medioambientales y cómo pueden minimizarse de forma eficaz y rápida. Por ejemplo, en un análisis del ciclo de vida (ACV) con certificación TÜV realizado por Ramboll (consultora global independiente con sede en Dinamarca) se descubrió que, a lo largo de un año, el lavado y secado de productos reutilizables, ya sea en la tienda o en una instalación central, consumía tanta energía que el uso de platos de papel de un solo uso durante el mismo periodo de tiempo generaba una huella de carbono menor. Además, el proceso de saneamiento consumía importantes cantidades de agua dulce.[iii]

Los impactos medioambientales de la energía y el agua necesarias para limpiar los productos de varios usos demuestran que los envases desechables pueden ser una mejor solución desde el punto de vista medioambiental dentro del sector del servicio alimentario, especialmente si están elaborados con fuentes de fibra procedentes de bosques gestionados de forma sostenible. Según el ACV de Ramboll (que cuantifica el impacto medioambiental de diversas vajillas utilizadas en restaurantes de comida rápida para los alimentos consumidos en el establecimiento), la vajilla de varios usos a base de polipropileno generó 2,7 veces más emisiones de CO2 que su homóloga de un solo uso a base de papel. Además, generó 2,3 veces más partículas finas, aumentó 3,3 veces el agotamiento de los fósiles y aumentó 1,7 veces la acidificación terrestre. Cabe destacar que, en este escenario de referencia, el sistema de productos de varios usos a base de plástico también utilizó 3,6 veces más cantidad de agua dulce que los productos de un solo uso.

Además del uso del agua, la huella de carbono de los envases es otro aspecto que se suele malinterpretar. Por ejemplo, otro ACV realizado por el Instituto de Investigación Energética y Medioambiental (IFEU), con sede en Alemania, demostró la eficiencia de los envases flexibles ligeros en cuanto a recursos. Al comparar el impacto medioambiental de los distintos tipos de envases para salsas de pasta y aceitunas en el mercado europeo, se descubrió que los envases flexibles eran la mejor alternativa frente a los materiales tradicionales, como los tarros de cristal y las latas de acero. Se debía a la menor cantidad de energía requerida en la producción y el transporte, lo que en última instancia se tradujo en menos emisiones de carbono.[iv]

Nuestro compromiso con la mejora continua de los envases de un solo uso

Huhtamaki está comprometida con la innovación y con que más del 80 % de sus materias primas sean renovables o recicladas para 2030. En la actualidad, aproximadamente el 70 % son renovables y el 98 % de todas las fibras son recicladas o proceden de fuentes gestionadas de forma sostenible.[v] Para garantizar la inocuidad e higiene de los alimentos, nuestros vasos de papel están fabricados con fibra virgen renovable de alta calidad, cultivada en bosques europeos gestionados de forma sostenible. Para aprovechar al máximo las fibras, los vasos de papel usados deben reciclarse y, de hecho, las fibras pueden reciclarse hasta siete veces y convertirse en otros productos de papel antes de que pierdan su resistencia. Lo que es más importante: reciclar productos de papel contribuye a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Cuando se recicla un vaso de papel, la huella de carbono se reduce en un significativo 54 %. Si cambiamos un vaso de papel tradicional por el vaso de papel FutureSmart de Huhtamaki (con recubrimiento renovable de base biológica, también reciclado), la huella se reduce en un 64 %.

Nuestro vaso de papel Impresso de doble pared es otro ejemplo de diseño de producto innovador. Las burbujas de la superficie del vaso mejoran el aislamiento del mismo al reducir el calor superficial al tacto del usuario, al mismo tiempo crean un vaso con estructura más rígida que requiere un cartón más fino en la capa interior, reduciendo el uso de materiales.[vi] Si hablamos de envases flexibles, se logran beneficios medioambientales diseñando envases que minimicen el uso de todos los materiales. Una relación entre envase y producto notablemente baja (de 5 a 10 veces menor que con materiales alternativos) supone poder transportar mayor cantidad de producto real a la vez, lo que resulta en una huella medioambiental reducida en todo el sistema.[vii]

El futuro comienza con la colaboración

Para tomar decisiones viables desde el punto de vista medioambiental, es fundamental demostrar con pruebas científicas los verdaderos impactos a lo largo de todo el ciclo de vida de las alternativas existentes, y proporcionar así datos cruciales para los debates en torno al envasado de alimentos, el clima y una mejor legislación. Debemos reconocer que necesitamos avanzar hacia el futuro y no confiar en las opciones convencionales, que no siempre son las mejores en lo que respecta al impacto climático, el uso del agua dulce u otras categorías medioambientales. Además, es primordial que las decisiones políticas que se adopten hoy tengan en cuenta tanto las emisiones de carbono como el consumo de agua dulce, y que todas las industrias y sectores revisen cómo pueden reducir sus impactos.

 

Consulta los artículos

 

Fuentes

[i] Centro Común de Investigación de la Comisión Europea. Último acceso al sitio: 14 de junio de 2021.
[ii] Centro Común de Investigación de la Comisión Europea. Último acceso al sitio: 14 de junio de 2021.
[iii] Análisis del ciclo de vida del monouso frente al uso múltiple. EPPA y Ramboll, 2021.
[iv] IFEU. Comparative Life Cycle Assessment of pouches. 2021.
[v] Huhtamaki Annual Report 2020.
[vi] Sustainable forests – Source for our renewable and recyclable products. Huhtamaki 2020.
[vii] Flexible Packaging Europe. Último acceso al sitio: 14 de junio de 2021.